ARREPENTIMIENTO INMEDIATO.

Esa es la sensación que tenía ayer después de abandonar el partido del Atléti, la gente que me conoce personalmente sabe que no tengo que revisar mi fé rojiblanca porque es infinita, al igual que la frustación que sentía ayer después de intuir que otra vez nos quedabamos sin objetivo al final de la temporada, me equivoqué lo admito.

Mi fé la tengo muy arraigada y lo he demostrado en multitud de ocasiones, ser del Atléti fuera de Madrid no es común por lo que seguir al equipo no es nada fácil. Soy de Adra (Almería) donde nunca he tenido problemas para ver un partido porque tenemos una peña pero en mi estancia de estudiante en Granada y desde que vivo en Algeciras (Cádiz) se hace muy difícil seguir a nuestro amado equipo. Tienes que recorrerte multitud de bares para que en uno de cada 50 te encuentres unos tipos vestidos de rojiblanco en la tele, por lo general sin audio y solo cuando hay un partido "interesante" o en los enfrentamientos ante Barça y Madrid por razones obvias, también los que retransmite el plus ya que no se tiene que pagar por ellos.

Siempre que puedo y juega cerca de donde vivo intento ir a verlo como en Sevilla, Huelva o Malaga. Ahora es fácil pero el periodo en el que más he asistido al Calderón fue en los dos años en segunda, estuve en partidos como ante el Eibar, Leganés o Murcia. Antes también viaje hasta Valencia con el equipo ya descendido para apoyar en la famosa final de copa ante el Espanyol que perdimos con aquel gol de Tamudo robándole la cartera a Toni. Si es verdad que hace unos años que no asisto al Calderón pero no es sencillo cuando estas a seis horas y media en coche. Tienes que tener la suerte de que se juegue un partido en sábado ya que cuando son en domingo se hace harto difícil congeniar fútbol y trabajo.

También he estado en días festivos como el de la foto que he puesto, que es del tifo realizado en el centenario, yo estoy en la "T" de ATLETI después de pagar una pasta en la reventa, por cierto perdimos 0-1 con Osasuna y recuerdo que Fernando Torres no pudo jugar por lesión. También estuve con mi padre en la fiesta realizada después de ganar la liga en el año del doblete, viaje desde Adra llegada, celebación y vuelta para Almería.

He dejado de cenar en muchísimas ocasiones por los malos resultados. A esos enfados por malas actuaciones hay que sumar multitud de ocasiones que he perdido de realizar cosas interesantes por poder escuchar por la radio un partido del Atléti. Bueno, eso de escuchar tampoco mucho porque en las radios nacionales como bien sabéis es complicado seguir un partido por la poca atención que le prestan. También lloré como un niño pequeño con el partido de Oviedo en el que descendimos y después con el ascenso.

En fin que solo quería dejar constancia de que mi criticada fé es muy fuerte y nunca será arrebatada por mucho que el club este en manos de impresentables o hagamos más de un ridículo. Yo solo estoy seguro de una cosa en la vida y que siempre estaré con mi Atleti. De todo lo que hecho por el Atleti o he renunciado no me arrepiento sino que me siento orgulloso porque amo este club por encima de todo.